10.10.08

Llego a casa algo borracha (de cerveza, y especifico porque sé que te haría mucha gracia) y me pongo a pensar en estupideces mientras me voy quedando dormida. Y de una cosa a otra, me acuerdo de todas las cuartillas que tengo escritas (de tu puño y letra, o del mío, transcribiendo tus palabras) y las releo. Lloro mucho y me río. "No es tan malo saber que todos moriremos, posiblemente envejezcamos, se nos quedará la piel como a la amiga mayor (la dueña del perro) de Algo pasa con Mary, y que las cosas que ahora nos hacen felices algún día nos harán llorar".

Nunca te he utilizado de excusa para estar mal. Pero a lo mejor he necesitado llorarte algún día y no me he atrevido a hacerlo. Y me da muchísima pena no poder mandarte ningún mensaje, no poder escribirte una carta a ningún sitio y no poder buscarte en ninguna parte, para decirte que esta noche me acuerdo de ti, y que a mi también me encantaría quedarme dormida en tu sofá viendo la tele después de haber comido una patata asada. "A veces nos impresionamos con algo, con una canción, y nos volvemos locos, queremos comunicarlo, queremos que los que nos rodean se impresionen de igual manera, es demasiado grande para uno solo".

Yo tampoco sé muy bien qué hacer con esto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

demasiado grande para una misma...
y hay veces de esas veces en las que después de compartirlo siento que era mejor guardarlo, como que solo yo entiendo esa grandeza...
por otra parte, casi siempre comunico ¡viva la ventresca!